El Monte Everest, es la montaña más alta del mundo con una altura de
8.848 metros sobre el nivel del mar. Miles de personas la han convertido en su
mayor objetivo al escalarla, es una de las expediciones más peligrosas y por
ende uno de los desafíos más grandes que existe. Para la seguridad y el éxito de escalar el Everest,
es importante tener una actitud positiva y realista, estar centrado en el
momento presente mientras escalas, y ser mental y emocionalmente fuerte.
De igual manera, en la aventura de la vida, cada quien tiene su
Everest interno, el cual, crea en nosotros grandes desafíos que requieren
decisiones y acciones importantes a lo largo del camino. Cuando nos hemos
propuesto una meta, nos imponemos disciplina y con ello nos preparamos física y
mentalmente para alcanzarla. Escalar el Monte Everest tiene continuas amenazas
de lesiones y muerte a pesar de que las personas previamente se preparan para
ello; en el Everest interno de cada persona, sin importar hasta qué punto
estemos preparados, podemos descubrir que la lección más importante es transformar los miedos y
las limitaciones en mayor poder y placer cuando fielmente nos lo proponemos.
Cuando sentimos pasión por lo que hacemos, se traduce en amor y ese elixir
se la inyectamos a la vida transformándolo en un motor para generar fuerza
mental que nos impulsa a seguir adelante durante el ascenso de nuestro Everest
personal; por esta razón, se empujan las limitaciones físicas para salir de la
zona de confort, desarrollando y mejorando la fuerza emocional que es importante
para la escalada.
Si bien es cierto, que en la vida tenemos desaciertos en nuestras
decisiones, y estas nos conducen muchas
veces a la decepción y a la frustración, destaco que, más que fracasos son
experiencias que obtenemos tras la práctica de las acciones puestas en marcha,
por tanto, no debes permitirte tener negatividad mental. Si te sientes
abrumado, será vital que crees metas a corto plazo, constantemente, a medida
que avanzas en tu escalada personal, esto te ayudará a mantenerte animado y a
generar confianza en ti mismo. Este proceso, se equipara al que deben seguir los
alpinistas que desean escalar el Monte Everest, los cuales, deben prepararse
físicamente, trabajando mucho y duro para adquirir experiencia profesional, escalando
otras montañas, estudiando las rutas de acceso, y esa experiencia obtenida tras la práctica les ayuda
a lidiar mental y emocionalmente las bajas temperaturas, la sensación de
aislamiento, la exposición ante condiciones extremas, y otras experiencias
difíciles durante una subida al Everest.
Entonces, ¿estás preparado para comenzar
a escalar tu mayor desafío?
“Después de escalar una montaña muy alta, descubrimos
que hay muchas otras montañas por escalar.”
Nelson Mandela
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saber a quién!