La oniomanía o compra compulsiva, es un trastorno
psicológico cuyo síntoma es un deseo desenfrenado por comprar sin una
necesidad real, es frecuente en personas que padecen trastornos del estado
de ánimo como el miedo, la tristeza, depresión,
vacío, carencias emocionales, la soledad, insatisfacción personal, baja
autoestima, ansiedad,
irritabilidad o malestar, y con ello las consecuencias adversas como el
endeudamiento. La compra compulsiva puede estar presente en otras enfermedades
mentales como el trastorno bipolar o el trastorno límite de la
personalidad. En su mayoría, los afectados reconocen que tienen un problema.
Dados estos trastornos
psicológicos, la compra se convierte
en una satisfacción inmediata para la persona adicta, con la que cree
estar llenando su vida de sentido y con la que consigue borrar
temporalmente los problemas. Pero, tras el alivio momentáneo al realizar esta
conducta adictiva, la persona experimenta sentimientos de culpabilidad, lo que
conlleva a alimentar su estado de ánimo depresivo, resignándose a sólo sentir nuevamente
la necesidad de realizar una nueva compra, quedando atrapada en un círculo
vicioso.
Así pues, las mujeres entre los
30 y 50 años de edad, de clase media alta o alta, jóvenes y con mayores
posibilidades económicas, serían el prototipo de personas con síndrome de
compra compulsiva. Estamos en una era de alto consumismo, lo que impulsa a que
este trastorno haya aumentado en esta población femenina; los comerciantes en
pro de mantener este consumismo aplican rebajas en las mercancías cada tanto
tiempo o de acuerdo a los cambios de estaciones y fechas especiales, y las
personas con éste síndrome de compra compulsiva, sólo ven el placer de la
excusa de comprar más, porque es más “barato”, y lograr alimentar esa necesidad
de comprar por comprar.
Es habitual que el comprador compulsivo realice las compras sólo,
sin compañía, debido a que suele sentir vergüenza por sí mismo. Generalmente al
pasar por un centro comercial sufren del síndrome de abstinencia, lo que
implica un alto nivel de ansiedad y nerviosismo que sólo se calma cuando entra
a una tienda a comprar.
La psicoterapia es necesaria para superar esta enfermedad, sin la cual, la
compra compulsiva puede persistir una temporada muy larga, o bien, toda la
vida, hasta provocar la ruina financiera definitiva de la persona afectada o de
su entorno más cercano, así como, el deterioro de las relaciones familiares y
sociales que desencadenan en ambientes negativos en su vida personal y hasta
laboral. Si consideras que padeces esta enfermedad, no lo pienses! busca ayuda
profesional, convérsalo con tu familia, es totalmente tratable, no esperes a
que la enfermedad tome poder sobre ti y se convierta en un problema aún mayor,
recuerda que la depresión es un arma destructiva y mortal si no llega a
controlarse a tiempo.
Los criterios de diagnóstico utilizados como referencia para determinar
si la persona sufre de Oniomanía son:
- Presencia de impulsos
excesivos y recurrentes por comprar, que producen importantes problemas
personales y familiares.
- Impulsividad y
repetición de la conducta de compra, pese a las consecuencias negativas
que trae esta conducta para la persona.
- Necesidad urgente e
irreprimible de comprar.
- Intentos fracasados de
controlar gastos.
- La existencia de consecuencias negativas tangibles de comprar excesivamente, como agotamiento marcado, deterioro social o laboral, y problemas financieros o familiares.
"Sólo con la modificación de nuestros impulsos y comportamientos,
vamos a ser capaces de controlar la ansiedad y los conflictos interpersonales,
por lo tanto, cambiar nuestro estilo de vida"
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nuestra consigna es: Hacer el bien y sin
saber a quién!