martes, 24 de noviembre de 2015

¿CUÁL ES LA CLAVE PARA LOGRAR CUALQUIER PROPÓSITO?


Para lograr cualquier propósito solo necesitamos aplicar la paciencia, la constancia y la disciplina.

Los mejores que aplican están estrategia desde el principio, y quizás, muchos sin proponérselo, son los deportistas, ellos son un ejemplo a seguir de paciencia, constancia y disciplina. Ganar un campeonato, o sencillamente querer ser el mejor en el deporte de preferencia, sólo por diversión, indudablemente requiere de largas prácticas.


Observamos jóvenes comprometidos a mejorar sus tácticas durante la práctica del deporte que más les gusta, se vuelven creativos, audaces, porque mientras más difícil es la prueba, para ellos es mejor. Ponen en juego su habilidad para hacer algo distinto al resto de los demás, amoldan su cuerpo a las necesidades que tienen para realizar cualquier pericia, y esto lo logran con una dosis muy alta de paciencia, porque el proceso de preparación llega a ser largo, agotador, con dosis de miedo al dolor, por caídas, fracturas, durante el tiempo de la práctica, pero son constantes en la rutina y cuando se sienten listos no hay nada que los detenga para mejorarla sin importar el tiempo que les lleve, porque mantienen la disciplina de hacerlo todos los días hasta lograr aquella acrobacia, movimiento, salto, patada, caída, entre tantos otros, que logre satisfacer lo que buscan, lo que se plantearon…una meta.


Esto solo me hace reflexionar en algo, en el miedo. Existen varios tipos de miedos, más sin embargo, el tipo de miedo al que yo me refiero en este momento, es aquel que llega a nosotros cuando nos convertimos en adultos, y dejamos de hacer realidad muchos de nuestros propósitos por ello. Un niño no siente miedo de saltar, y de hacer cualquier acrobacia con tal de divertirse, igual los adolescentes, porque tienen esa adrenalina tan libre, que no activa ningún pensamiento de “Cuidado, Advertencia, Peligro”. Pero, así mismo, el coraje y la valentía muchos de ellos los mantienen con el transcurrir del tiempo, aunque lleguen a ser adultos, porque no descansaron de continuar haciendo lo que les gusta emprender, a pesar del riesgo.


El ser humano, es un contenedor de fuerza y potencia ilimitada, innata, e indescriptible, la verdad es, que nuestro cuerpo está diseñado de una manera tan perfecta que nosotros mismos podemos decidir qué hacer con él y les aseguro que responde. El problema está cuando le imponemos límites, éstos límites son creados por los pensamientos que generamos, aun cuando el cuerpo puede dar mucho más, si lo alimentáramos, ejercitáramos y lo acondicionamos a las necesidades del entorno, ya que, en líneas generales se puede adaptar, amoldar, pero con dedicación, paciencia, constancia y disciplina. No hay nada, que no podamos lograr una vez nos proponemos algo, somos capaces de soportar dolor si así debe ser.


Nuestro cuerpo es un templo divino, que si se cuida, se protege, y a la vez se deja que se desarrolle mental y físicamente, reaccionará de manera positiva y enérgica a todos nuestros propósitos. No subestimemos el poder que tienen nuestra mente y cuerpo. Para lograr algo se requiere de tiempo y preparación y esto conlleva a la capacidad de manejar la paciencia; para adaptar y mejorar lo propuesto se requiere de práctica continua y esto conlleva a la constancia; y por último, por mucho esfuerzo, cansancio, frustración y deseos de abandonar, desistir o descansar ante el  o los propósitos establecidos, se requiere de disciplina, porque es lo que nos mantiene enfocados en la meta, y nos recuerda que todo esfuerzo vale la pena al lograr esa satisfacción que sólo lo da, al final, el éxito alcanzado.


Pensamiento:
“Lo que la mente del hombre puede concebir y creer, es lo que la mente del hombre puede lograr”. Napoleon Hill


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