La persona responsable
acepta, toma decisiones y asume el resultado de ellas, lo mismo de sus actos no
intencionados, buscando el bien común y procurando que otras personas hagan lo
mismo.
La hiper-responsabilidad
con meticulosidad excesiva, es el resultado de una hipervaloración del deber,
ser, constituyéndose en una
autoexigencia sobrehumana, hacia sí mismo y los demás.
Examinemos la
hiper-responsabilidad y meticulosidad excesiva haciéndonos estas preguntas:
1.- ¿Hago todo y más
allá de lo que se me pide, aún a costa de mi salud síquica o física?
2.- Si otros no cumple,
¿me provoca tal grado de tension que me hago responsible de sus tareas y lash
ago por ellos?
3.- ¿Reviso una y
muchas veces las cosas por si se me ha olvidado algún detalle?
4.- No consigo paz ni
relajación mientras no termino todo lo que tenía que hacer.
5.- Tengo muy poco
tiempo para descansar, menos para el ocio “productivo”; mi vida está llena de
deberes.
6.- No me permito ni me
perdono errores en todo lo que hago; si algo sale mal me siento terriblemente
culpable, ¿no me permito el derecho a equivocarme?.
7.- ¿Generalmente en mi
trabajo, soy el primero en llegar y el ultimo en irme?.
8.- ¿Soy muy
sobreprotector de la gente que me rodea?.
La persona
excesivamente responsable ha perdido la relación entre sus deberes, que los
sabe muy bien, y sus derechos que los tiene muy desatendidos. Ha olvidado su
punto de equilibrio interior, haciéndose un esclavo (disvalor) de su
hiper-responsabilidad.
A la base vemos una
gran avaricia y falta de amor hacia sí mismo, su mirada esta puesta en sus
compromisos y no hay tiempo para su creatividad, sus gustos, sus muchas otras
necesidades. Probablemente a través de ésto, busca el ser aceptado y amado por
otros, busca la aprobación externa; puede ser también porque siente que él, es
el único capaz de hacer las cosas bien, no le da cabida ni entrada a nadie,
impidiendo que los otros también puedan empezar a ser responsables; o puede ser
que esté evadiendo establecer otro tipo de compromisos, especialmente los de su
autorrealización, dejando de lado otras áreas de su vida con esta estricta
meticulosidad.
Sus frases favoritas
son “yo debo, yo tengo que”, no dice “yo quiero, yo elijo” y ellas son las
causantes de muchas de sus frustraciones, enfermedades psicológicas, stress,
etc.
Stop!
hiper-responsable, estás matándote a ti mismo, perdiendo un tiempo incalculable
para tu desarrollo integral como persona, lo que te llevará a una madurez
plena.
Empieza desde hoy a
elegir y a decidir, y procura hacerte la vida lo más feliz que puedas, no en un
sentido hedonista (placer-gozo total), o sin medir las consecuencias de tus
actos, sino en el exquisito punto medio del “ni tanto, ni tan poco”.
Vas a permitir con
esto, que muchos otros tengan la posibilidad de asumir y crecer, hacerse cargo
de sus actos, y tu lograrás sentirte más aliviado al no llevar tantas cargas
que no te corresponden.
Espero te haya gustado
el artículo y desees compartirlo con otros, nuestra consigna es: Hacer
el bien y sin saber a quién!