martes, 16 de septiembre de 2014

LA ASERTIVIDAD





Me es muy grato el poder compartir con ustedes los conocimientos que poseo sobre una herramienta fantástica que garantiza éxito de nuestro comportamiento con nuestro ámbito social y que mientras más la practiques continuará mejorando nuestra sociabilidad familiar y hasta laboral. A pesar de ser un tema muy extenso y complejo, intentaré en este artículo expresar lo más resaltante para que inicies el proceso de reflexión sobre los beneficios que te traerá el ser una persona asertiva, y comiences a expandir y poner en práctica continuamente esta dinámica.

Sé que te estarás preguntando, ok Andrea, suena interesante pero ¿qué es la asertividad?, pues empecemos por el principio: Existen personas con tendencia a tener actitudes pasivas los cuales se definen como muy pocos comunicativos, viven con temor de expresar sus sentimientos o pensamientos por ese mismo temor a ser rechazados por otros, no saben defender sus opiniones y por ello se dejan llevar por lo que digan otras personas, sienten culpabilidad cuando rechazan peticiones, se sienten obligadas a dar explicaciones de sus actos, no afrontan los conflictos, suelen hablar en voz baja. Por otra parte, están las personas agresivas que son lo totalmente opuesto a la pasividad, de forma inadecuada pueden mostrar seguridad de sí mismos, son sinceros y directos sin darle importancia de herir con sus palabras a los demás, se toman los conflictos como una batalla donde se gana o se pierde, no respetan los sentimientos y derechos de los demás, dicen lo que piensan de forma hostil y lo justifican al decir que son sinceros y congruentes.

Todos estos caracteres son lo opuesto a lo que es una persona asertiva, porque cuando eres asertivo estas abierto a practicar el arte de escuchar la opinión de otros, sin que necesariamente, de acuerdo a tu percepción, te encuentres totalmente de acuerdo o coincidas con lo expuesto, pero le estarás dando importancia a la palabra de tu interlocutor, lo que genera respeto, iniciando así ya estas evitando generar un conflicto. Es importante el conocernos a nosotros mismos, porque de esta forma identificamos las acciones de otros que pueden llegar a detonar la negatividad de nuestra conducta, esto no es más que ser inteligentes emocionalmente, porque te permite ser consciente de lo que sientes y de lo que deseas hacer en el momento para lograr comprender y manejar los sentimientos de intolerancia que te pueden perturbar, permitiéndote virar la tensión, expresando tus pensamientos, opiniones y deseos de forma adecuada. La persona asertiva es muy selectiva con sus amistades, no pierde su amabilidad y su firmeza, se acepta tal cual y como es, se valora pero así mismo es con los demás. La persona asertiva puede mantener comunicación efectiva en todos los niveles: familiar, amigos, extraños y se mantiene abierto, franco y adecuado en sus expresiones físicas y verbales. Toma conciencia de la responsabilidad que tienen sus emociones, es una persona emprendedora y se esfuerza en lograr sus metas y objetivos.

Si de verdad te interesa comenzar a ser una persona más asertiva te invito a que pongas en práctica algunas sugerencias que te planteo:

  • No confundas agresión con asertividad
  • Identifica y analiza tus miedos
  • Respeta a los demás primero tal y como quieres que ellos te respeten ti (recuerda que el respeto nunca se exige, se gana de acuerdo a la actitud que dispongas a los demás)
  • La cordialidad o el conflicto inicia de acuerdo a la forma en que expreses tus ideas, pensamientos y sentimientos.
  • Nunca te excuses de tus acciones, asume la responsabilidad de tus actos
  • Plantéate un guion sobre una conversación que hayas tenido y que no acabo en los términos que deseabas, y sobre él realiza los cambios de forma asertiva, en cuanto a tus palabras y comportamiento. Imagina el lenguaje corporal más adecuado y la empatía que deberías haber utilizado. Reflexiona con respecto a cómo te sientes actuando asertivamente. Sabemos que una situación nunca se repetirá exactamente igual a otra, pero será un empezar para que te reconozcas a ti mismo(a) y des inicio a la inteligencia emocional.
  • Identifica qué cosas, circunstancias o palabras son las que detonan tu pasividad o agresividad e inicia un proceso de reflexión sobre qué acciones, pensamientos deben interceder para que cambien hacia lo asertivo y practícalos.
  • Identifica los estilos básicos de la comunicación
  • Identifica y evita las manipulaciones
  • Mantén el contacto visual con la persona
  • Intenta controlar las expresiones faciales
  • Mantén control sobre tus movimientos
  • Controla la entonación, volumen y velocidad de la voz
La asertividad es un proceso, no es algo permanente, porque puede dar inicio desde el momento en que identificas que una conversación comenzó a tornarse tensa y no grata, en ese instante es cuando deberás  poner en juego tu lenguaje corporal, tu lenguaje verbal y tu inteligencia emocional todos en un mismo paquete, para que la conversación se torne hacia el respeto, la cordialidad y la empatía.  Nadie dijo que era fácil, requiere práctica para que estés consciente de tus actitudes, pero cuando te propones a querer hacerlo no importa la conducta de tu interlocutor, éste se amoldará automáticamente y de forma psicológica a tu asertividad.

 Pensamiento:

“La asertividad… está diseñada para defenderse inteligentemente. Cuando la ponemos al servicio de fines nobles, la asertividad no sólo se convierte en un instrumento de salvaguarda personal, sino que nos dignifica” Walter Riso

 Como complemento a este artículo, si aún no lo has leído, te invito a que leas mi artículo COMUNICACIÓN EFECTIVA, ambos hacen un combo interesante para reflexionar.

Espero te haya gustado este artículo y desees compartirlo con otros, nuestra consigna es: Hacer el bien y sin saber a quién!, ante dudas o comentarios puedes escribirme.

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